Referencias a "El Cuerpo de la Lengua", de Maria Fernanda Palacios.


“La lengua para mí, es una palabra que tiene gusto, sabe a cuerpo, mientras que el “lenguaje” no. Con esta frase resume el autor su intención de demostrar su visión de la palabra, la insipidez del “lenguaje”, y ese otro estado del mismo: la lengua. La lengua como algo que tiene “cuerpo”,“ser”, la lengua como una representación del conjunto mismo de personas que la utilizan. Estas palabras de María Fernanda Palacios pueden ser puestas en contraste con aquello que decía Aristóteles acerca de la Psyche, el espíritu; pues así, el cuerpo vendría siendo la Psyche de la lengua, el alma de la palabra. “Con la palabra lengua aludo, sobre todo, al conjunto o tesoro de signos que utiliza una comunidad”.

Entonces, se observa que para la autora esa “esencia” de la lengua se encuentra en quienes la utilizan, el verdadero tesoro de la función comunicativa es el contexto y el uso que le dan sus hablantes. Refleja también en sus palabras el sentido del “sabor”, de lo “sabroso”. Comenta que: “entiendo por cuerpo no al cuerpo imaginario sino el cuerpo que se sabe imagen; expresando también esa pasión autónoma de la lengua, ese erotismo intrínseco y la relación lúdica y placentera entre las partes que la conforman y la manera en que éstas se engranan.

Se trata de una visión cercana a la lengua como algo que es “consciente”, que encarna en palabras las profundas y reminiscentes impresiones del ser. El ser como una unidad, como un objeto que se aleja de las condiciones autómatas y racionalistas del “lenguaje”, de lo lingüístico; acercándose más a lo personal, al coqueteo con las formas que conforman el acto de enunciación, al habla. También ensalza la importancia del sujeto individual en su utilización de la lengua, en sus aportes al espíritu general del cuerpo: “El cuerpo de la lengua —dice María Fernanda Palacios— sólo existe actualizado en la expresión individualizada”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario