A Manuel Caballero


Sé que, a pesar de que es la semana del tango, me he desviado ya varias veces, pero esto lo merece:

Hace dos días falleció en la ciudad de Caracas el dedicado, soberbio y respetable escritor venezolano Manuel Caballero. No está de más decir que fue un hombre muchas veces controversial, sobre todo si nos remitimos al contexto socioeconómico y político que actualmente atraviesa este país; pero si hay algo que no puede negarse bajo ningún motivo es que este hombre era un escritor brillante y único en su estilo.

No por nada fue el primer venezolano en contar con el honor de ser publicado por la Cambridge University Press, una editorial con casi quinientos años de existencia, y uno de los poquísimos latinoamericanos o autores de sangre latina que lo ha logrado. De momento sólo puedo recordar a Roberto González Echeverría, de origen cubano, pero con nacionalidad estadounidense. Así que esto magnifica el logro.

A pesar de que algunas personas le han vetado y tachado de una manera flagrante, e incluso comparado con Vargas Llosa bajo el título de "dado más a los discursos políticos que a la literatura", están olvidando dos hechos importantes: el primero es que la literatura y la política siempre han ido de la mano, siempre. Literatura no es sólo poesía romántica y novelas de ciencia ficción y fantasía, señores; la literatura es un arma muy útil como instrumento político, demasiado útil, y la gran mayoría de los literatos de renombre histórico han sido también, en mayor o menor medida, políticos. Nombres nos sobran: Pablo Neruda, Arturo Uslar Pietri, Gabriela Mistral y un largo etcétera.

Lo segundo, quizás lo más importante, es que Manuel Caballero fue SIEMPRE un político; así, en letras capitales. Sus más grandes obras fueron en toda forma y fondo críticas, sus estudios y relatos de la sociedad venezolana y latinoamericana estaban siempre bajo el marco y la lupa del contexto político. Así que, señores y señoras, críticos de dos pesos, les insto a leer un poco más y a comprender algo que para mí es capital:

Política no es sólo hombres y mujeres de un lado y del otro de una mesa, debatiendo. Política es cualquier decisión que implique un orden y que esté basado en la toma de decisiones. Cada decisión que tomamos afecta de directa o indirectamente a quienes nos rodean, y al hacer esto estamos haciendo política. Discutir con un padre acerca de qué color deben tener las cortinas de la casa es un acto de política. Así de simple.

Sin desviarnos más del tema, quiero en verdad recomendar a Manuel Caballero como lectura obligada, es el mejor y mayor homenaje que puede ocurrírseme. A pesar de que siempre fue este un hombre de izquierdas y yo no lo soy, no hay nada mejor para entendernos a nosotros mismos que educarnos sobre aquello que no nos gusta o que no nos produce atracción alguna.

Recomiendo especialmente el siguiente libro:

"EL Orgullo de Leer ".













Una obra que no puede faltar y que debe leerse al menos una vez en la vida.

A Manuel Antonio Caballero Agüero: paz a sus restos.

1 comentario:

  1. "Política no es sólo hombres y mujeres de un lado y del otro de una mesa, debatiendo. Política es cualquier decisión que implique un orden y que esté basado en la toma de decisiones. Cada decisión que tomamos afecta de directa o indirectamente a quienes nos rodean, y al hacer esto estamos haciendo política."

    Me quito el sombrero.

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