A un gran amigo: Profesor Rafael Castillo Zapata.



Quisiera tener la suerte que otros ostentan, suerte hueca de arrojar cenizas nacaradas en el Sena, amuletos, alhajas, fetiches en la naturaleza aún más hueca. Con un complejo dedicatorio Rojas Guardiano,
antologizando con libertad y soltura, vivo, pleno, idiomático y totalmente guarnecido. Invisible a espectros fantásticos, con la pierna encadenada a una gran jota de plata, todo el peso de la isla en el parche del tuerto Silver.

Libre, más libre, a sabiendas de la poesía estructurada; que no, que no es estructura.

!Salve! !Diez Salvas! A salvo y con los ojos rojos de tanto verde.

Acá, a lo lejos, recordando momentos de madera, de madera barata, no de poéticos "robles" y "abedules". Con el grito debajo del brazo y el otro pintado en un sombrero.

Que sí, que Benedetti sabe a café, a "Gato Negro", a nana de Lorca. Que desde el techo poliexpandido la madera barata (otra vez) me cae en la cabeza.

Serán esos malditos gatos negros, que sin pensarlo han dejado el nido lleno de telarañas.

Vamos a intentar acostumbrarnos al harado para así no rompernos las rodillas o empezarán a quejarse los papeles de que los poetas siempre los desvirguen.

Firma: Andrés - Buenos Aires, Octubre del 2010.







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